6 ene 2009

QUE CONSEJO


Hace tiempo que no veía a Virgilio, así le decía yo cuando taba chiquito, no sé porque le decía así si ese no era su nombre. Bueno, Virgilio era novio de la vecina de mi abuela Doña Nina cuando esta vivia en los Jardines del Norte en Santo Domingo. Virgilio a parte de ser buena gente tenia un mega carro chulisimo un Honda Civic blanco, dos puertas, deportivo, con un muffler que sonaba durisimo. Me encantaba ver ese carro yo decia que cuando fuera grande iba a tener uno igualito que ese, mas o menos se parecía al que esta en la foto.

Al cabo de un tiempo mi abuela se mudó para Cotuí de nuevo y perdí el contacto con Virgilio hasta que 10 años mas tarde cuando me lo encontré en una barbería cerca de mi casa. Nos reconocimos al instante, empezamos a preguntarnos sobre la familia, ¨ahi tu si ta grande!!!¨ ¨ y tus hermanitas??¨ y par de preguntas cliché hasta que me acordé del carro
y le pregunté: Virgilio, y el carro? - me dijo - Muchacho, el carro yo se lo presté a un amigo mio para que fuera a San Cristobal y el malvao tuvo un accidente, chocó con una camioneta de frente, iba rapidisimo y ya tu sabe, hubo muertos, demanda, enemistad con la persona que le presté el carro, etc etc etc.... Ya nos despedimos, nos quedamos con los numeros de telefono y quedamos de juntarnos nuevamente.

Ahora bien.... al yo acordarme de este momento me llegó un consejo que me dió un señor amigo mio y me dijo lo siguiente:

Presta tu mujer mas fácil que al carro tuyo, - le pregunté por qué - me dijo: Oh, a la mujer tu sabe por donde le van a dar pero al carro no.

Diablo que consejo!!

2 comentarios:

Miss Undestood dijo...

Muy sabio consejo.
besos javilucho...

Lola Vásquez dijo...

Sabiduría popular...jajajaj